viernes, 1 de julio de 2016

Opinión: Visita de Michelle Obama



Lecciones de una primera dama

HÉCTOR MUÑOZ. MÁLAGA.
1 de julio de 2016

Michelle L. Robinson perdió su apellido en 1992. Igual que ocurre con todas las mujeres que se casan en los Estados Unidos. La señora Robinson, tataranieta de un esclavo, pasó a ser conocida como Michelle Obama cuando dio el sí quiero al actual presidente de su país. En el ocaso de su 'mandato' como primera dama, ha llegado a España para dar lecciones de feminismo y de igualdad de género. Y de paso, degustar tapitas y tal.

La reina de España y Michelle Obama   /   Rafael López (www.semana.es)

Al ver las imágenes de los arrumacos con la reina Letizia y las multitudes admiradas frente a la ilustre visitante,  es imposible no recordar aquello de «Americanos, vienen a España gordos y sanos. Viva el tronío y viva un pueblo con poderío», que cantaban los hambrientos paisanos de la larga posguerra, en la maravillosa película de Berlanga, Bienvenido, Míster Marshall.


Un informe de la ONU, elaborado en diciembre de 2015 (1), denunció las violaciones sistemáticas de los derechos de las mujeres estadounidenses, particularmente los de las pobres, indígenas, afroamericanas, hispanas, inmigrantes, minoría LGTB, discapacitadas y ancianas. Este mismo organismo ya había denunciado anteriormente (2) que la educación en EE. UU. es de peor calidad para negros e hispanos, y que el fracaso y abandono escolar son mayores en estas minorías.

Nueva York: mujeres en una marcha por la igualdad de género / J. Carrier (www.un.org)
Oficialmente, la visita de Michelle a España es parte de una gira para promocionar su proyecto Let Girls Learn, que pretende escolarizar a 62 millones de niñas y adolescentes de todo el mundo. Es como querer arreglar la casa de los vecinos teniendo la suya manga por hombro. En un acto celebrado en Madrid ante 600 estudiantes invitadas por la embajada de Estados Unidos (3), ha ofrecido toda una cátedra sobre la desigualdad de género. La regia anfitriona, otra importante defensora de los derechos humanos, Letizia Ortiz, se ha deshecho en elogios hacia su gran amiga. Conmueve ver pasear juntas por los jardines de La Zarzuela a estas dos incansables luchadoras por la educación pública de calidad, y tal emoción no mengua aun sabiendo que sus respectivas hijas no pisarán en su vida un colegio o una universidad de titularidad estatal.

Acto promocional Let Girls Learn    /    Rafael López (www.semana.es)

La aún primera dama de EE. UU. aterriza en Madrid tras desplegar su misión humanitaria en Liberia y Marruecos. Conviene recordar que Liberia es una antigua colonia estadounidense, creada con esclavos libertos en 1822. La historia de este país está sembrada de horrores y guerras propiciadas por la primera potencia mundial. Parece que en casi un siglo no ha habido tiempo de escolarizar a las niñas liberianas. Don’t worry, baby: para eso está Michelle. Marruecos es un fiel aliado de su país en el control estratégico de la zona y un estado que viola todo lo violable. No estaría de más conocer la opinión de la señora Obama respecto a la escolarización de las niñas saharauis, condenadas por Mohamed VI a crecer en campos de refugiados. Ahora solo le queda visitar Arabia Saudí, otra monarquía amiga y muy celosa en el respeto a los derechos de la mujer. El Nobel de la Paz está a su alcance; podrá lucirlo, junto al de su marido, en el salón del hogar, sobre la chimenea.



Casualmente, el presidente de los Estados Unidos visitará España dentro de ocho días, cuando Michelle ya se haya marchado. Ahí se nota que son una pareja muy liberal e independiente. El bueno de Barack también va a dar lecciones, con toda seguridad: democracia, libertad, solidaridad, etcétera. Es una pena que en ocho años de mandato no haya conseguido limitar el uso de armas de fuego por la población civil, ni mejorar la casi inexistente sanidad pública de la nación más rica del mundo, ni evitar que la CIA financie el terrorismo islamista (4) e intervenga en países con recursos naturales que resulten interesantes y lucrativos para las grandes corporaciones norteamericanas; de haber ocurrido lo contrario, sería hasta creíble. Bueno, al menos ha templado relaciones con Irán y ha dejado de joder a los cubanos. O eso creen ellos.

Si el río de babas patrias ha sido notable con la visita de Michelle, lo del señor presidente va a ser apoteósico. Como en la peli de Berlanga: «Os recibimos, americanos, con alegría. Olé mi madre, olé mi suegra y olé mi tía».


4 comentarios:

  1. José Carlos Escudero1 de julio de 2016, 22:49

    Muy afinado Héctor, para variar

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    1. Muchas gracias por tu comentario, ya sabes que lo valoro de forma particular. Un fuerte abrazo.

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  2. Muy interesante análisis Doctor....Su pluma sigue sorprendiéndome.

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